De líbido, fútbol y virilidad

Conforme se adentraba la noche y aumentaba el consumo de alcohol la fiesta se fue animando. No sé por qué las chicas comenzaron a habalr de sexo, al principio en un grupito, después la conversación se extendió a todos los invitados. Argumentaba una de ellas que a las mujeres de los treinta y cinco a los cuarenta la líbido les disminuía, y que a partir de los cuarenta volvía a recuperarse.

- Y tú ¿como tienes la líbido? -le dije a un amigo.

- ¿Yo? Yo no tengo de esas cosas raras, yo lo que tengo es polla y cojones. Soy un tío normal, que trabaja, me acuesto temprano los días laborables y me gustan el fútbol y las tías.

La respuesta me dejó perplejo, no pude menos que echarme a reír pensando si mi anormalidad afectaría a mi virilidad: no me gusta el fútbol.

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