Estoy como un tiesto seco, troncos huecos, palabras vacías, hojas que se resquebrajan como las letras que roza mi lengua, mi tierra, sedienta, no da para más y las flores ya no brotan en mi azotea. Resisto al sol esperando una tormenta de verano que me empape, que haga que reverdezcan mis pensamientos agostados.
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