Dicen que mi hijo Pedro es como mi fotocopia, aunque yo no le veo tan parecido. Ayer me dijo algo que a todo padre hace que se le caiga la baba:
-Papá cuando crezca quiero ser como tu.
- Como yo no, hijo, tienes que ser mejor que yo.
Sin embargo, el mocoso acabó de arreglarlo cuando por la tarde le preguntó su madre:
-¿Qué quieres ser de mayor?
-¿Yo?... nada.
-¿No vas a trabajar en nada?
-No, cuando sea mayor me iré al cinco cinco, como Papá.
El 55 es el número de la calle donde está mi despacho. ¿Qué pensará que hago aquí?, ¿qué imagen reflejo a mi hijo?.
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