— Papá, el día catorce por la tarde hay una reunión en el colegio y Mamá no puede ir, ¿puedes ir tú?
— A ver el catorce..., sí, no te preocupes que iré yo.
— Papá —dijo y se me quedó mirando mi sudadera y mis zapatillas.
— ¿Qué hija?
— Por favor, ve vestido de padre, no de chulito.
Como dice Bo Peep a los preadolescentes les avegüenzan algunos comportamientos de sus padres.
2 comentarios:
Es que no me extraña, con esas zapas piojosas de la foto!!!
esas no son mías
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