Aviso: Delincuentes peligrosas

Angustias, Soledad y Dolores no son amigas, pero siempre que tienen oportunidad se reúnen y cada una intenta ser protagonista, la que maneja el cotarro, la reina, virgen y martir, de cada encuentro. Se presentan sin invitación formal, de negro vestidas y con gesto de circunstancias te ofrecen su apoyo, aprovechan cualquier descuido para desvlijarte dejándote tirado por los suelos, hundido, se instalan cómodamente en tu casa hasta que se cansan cuando, preso del síndrome de Estocolmo, empatizas tanto con ellas que eres todas y cada una de ellas por entero. Si llaman a tu puerta, no les abras. Yo nunca dejo que pasen las tres a la vez.

No hay comentarios: