Empujar


Mi afición a las tablas me llevó un día, a los dieciocho, a plantearme trabajar de "nachovidal", escena y placer, pero una vez más, razonablemente, desconfié de mis habilidades y ni siquiera marqué el teléfono que me dieron. Pero si en ese momento alguien me hubiese dicho que tendría cuatro hijos, trabajaría de abogado y llevaría esta existencia, me hubiera descojonado en su cara. La vida de cada uno se hace a base de recibir empujones, y de empujar.

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