Aunque me he vuelto un ser urbano no puedo olvidarme de donde están mis raices, de lo que fue de mi madre, de la madre de mi madre y de la madre de la madre de mi madre, y del padre de ésta, y que aun es mío, nuestro. Mis hijos, nuestros hijos, no lo tendrán, pero para ellos no significará nunca lo mismo que para nosotros porque con nosotros se acabará una época.



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