Cibertangueando con nuestra amiga Tess he recordado una canción de Aute, que se llama "Queda la música". La música, las canciones son para mí fundamentales (sobre todo en castellano, porque las entiendo).No hay casi minuto del día que no tenga una canción rondándome la cabeza, adecuada siempre a mi estado anímico o a la situación, así por ejemplo me vienen letras de canciones satíricas o irónicas si el momento lo requiere, románticas o excitantes según la ocasión e, incluso, reivindicativas si es necesario.
Mi talento es mediano en esto de la música. Recuerdo que, en la Tuna, además de estar siempre dispuesto a cantar y juerguearme, se me apreciaba por que recordaba letras de mil y una canciones. Las sigo recordando y acumulo más. Son parte de mi. Son mi vida, y la de mi abuela y la de mis padres y hermanos y mis amigos.Recuerdo sus canciones, y es ahora cuando me viene a la cabeza esta, porque a veces los veo más nítidos en unos acordes que en una foto, o un vídeo, porque lo que allí se contempla no son ellos, no somos nosotros y ...
ríes con la tímidez de quien
le avergüenza la risa.
Quince años que sujeto entre mis brazos
al compás del último disco robado.
Nada queda en ese trozo papel
todo es alquimia;
veo que es la prueba más veraz
de que todo es mentira.
Esos rostros ya no llevan nuestros nombres,
son dos máscaras perdidas en la noche,
pero, queda la música...
Siento que ese tiempo que se fue
no ha sido nunca nuestro,
como cuando te miro y no logro
recordar tu cuerpo;
no eras tú aquella insolencia de latidos
que encendía mis deseos más prohibidos.
Creo que tú y yo no somos más
que dos desconocidos,
otros, dos extraños que en el tiempo
se han hecho asesinos
que, abrazados, van bailando por la vida,
pero, queda la música...
Sólo nos queda la música
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