Callejón

Cada noche, buscando ser testigo de algún sórdido encuentro, me interno en el callejón oscuro, pero nadie pasa por allí, yo soy el que asusta

2 comentarios:

José dijo...

Y él mismo que, de antemano, califica de sórdido el encuentro, es el que lo convierte en eso, en lúgubre.

Él mismo es así

Qué daño ha hecho la Iglesia a la humanidad

Pedro dijo...

Por eso él es el que asusta