... Y en un instante pasó por mi mente: ¿Dejo las cosas como están? ¿Salto la verja que puse en la terraza para proteger a los niños de una eventual caída? ¿Enciendo la tele?... Y como mal menor encendí la tele para intentar dormir y despertarme en otra realidad... Vano intento

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Chachooooo llámame

Anónimo dijo...

Ya te digo, cada vez que miro la tele me dá hasta repelús. Besitos

Pedro Valdés dijo...

No estés tan segura que la tele está fatal