¿Qué has hecho?


Tengo para mí, una vida pequeña, insulsa, ni rico ni pobre: clase media pauperizada. Una de esas, de tantas, de las que desprecias. Sí, de esas sin lujos, familiar, de barrio, que denostas. La nuestra, la que pudo ser tuya un día. De esas en las que los amigos son de verdad, o de mentira por la costumbre de que lo sean. De las que dejan espacio para soñar.

Vago por vocación rechacé mil y otra vez a Satanás a sus pompas y a sus obras, excepto las de la concupiscencia a las que jamás reconoceré como pecado, con tal de mantener mi tranquilidad. Tú, sin embargo, bailaste a su son y la cambiaste por otra falsa al olor violáceo de los billetes de quinientos. Por una de risa extemporánea, no espontánea. De amor sujeto a mibor y euribor, amor por interés. Por una de metros cuadrados vacíos de afecto. De noches de insomnio y elucubraciones insidiosas.

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