Ruido de sables

Observo no sin preocupación y cierta tristeza que hay a quienes les agrada el ruido de sables, incluso estarían dispuestos a bailar a su ritmo. Yo por mi parte, prefiero seguir escuchando pop español y tratar de tocarlo con mi guitarra. Y mientras por aquí suena esa música de batir de aceros, no tan lejos, en la pérfida Albión el presunto progresista Tony Blair aprueba una normativa que lleva por nombre de Respeto y Orden, detrás de la que se esconden poderes a la Polcía sin supervisión judicial y restricciones de libertades, con lo que presiento que queda poco para que, siguiendo tan anglosajón ejemplo, reinstauremos las nuestras de Orden Público y Pleigrosidad Social. Entre tanto, seguiré intentando tocar a mi aire, "Zapatillas", "Cuando los ángeles lloran" o lo que me pete, mientras se pueda y quede la música.

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