Judas
debería ser su patrón. Es tan traidor que, enamorado de sí, acaba día tras día poniéndose los cuernos. Se vende mentiras baratas a precio elevado, con pago aplazado y alto interés, a sabiendas de que vencerán y no dispondrá de fondos. Sigue así, viviendo al día, pidiendo favores por aquí y engañando por allá, hasta que sus actos le pasen factura y, entonces, acabará ahorcado con sus propios líos. ¿Qué no sabéis quien es?. Si, porque aunque tenga mil caras o mil cuerpos, todos hemos topado alguna vez con él, sólo tenéis que ponerle nombre.

No hay comentarios: