Pensé que era de hierro endurecido tras la forja, difícil de trabajar, y ahora me doy cuenta de que soy como el plomo, maleable y pesado. En caliente se me puede moldear fácilmente, en frío soy rígido y gris, así que, si quieres hacer de mí lo que quieras, simplemente dame calor.

No hay comentarios: