Llevo un par de días con una preocupación que pesa sobre mí como una losa y me tiene en un sinvivir. Si la pareja recién casada se pasa los días de Cuenca a Zaragoza pasando por Albarracín, dándose baños de multitudes, no van a tener ni cuerpo ni tiempo para cumplir con el alto papel que historia les tiene encomendado, reproducirse.
Todo ganadero sabe que los sementales y las vacas, para que se ejecute de forma óptima el cometido de la selección de ejemplares, deben pacer tranquilamente en los campos, sin ser molestados. El reino animal no está tan lejos del nuestro, que tomen nota.

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