Tengo una nueva mesa en el despacho, cómoda, amplia, para que no pierda los papeles, esos que estoy a punto de perder si no cesa el bombardeo de correos infectados con mydom (o como se llame). Mientras, pienso en aquella tarde en que me arrepetí de todo. Cuanto más la oigo, más me gusta. La teneis en el audio.

No hay comentarios: