En algún lugar de Madrid cercano al Retiro
El sonido despertador interrumpe el descanso del bloguero, que ayer, envuelto en efluvios alcohólicos y virus catarrales, entabló conversaciones con diversos agentes tendentes a solucionar lo divino y lo humano, sin más avances que el de arrastrase penosamente a la cama
Pese a su lamentable situación, haciendo de tripas corazón, se ha levantado y ha mediado en un conflicto entre cuatro pequeños enanos que se acusaban recíprocamente de decir palabrotas, cumpliendo su misión de transportarlos a la base de estudios, no sin prometerles abrir una comisión de investigación.
Extenuado, abre el pc y se dispone a iniciar una nueva y dificil jornada, en espera de que la Cruz Roja le haga llegar una tortilla de aspirinas y un litro de café. Que a nadie sorprenda si el bloguero aparece hoy poco por la red.
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