El árbitro de la elegancia


Estoy tan vacío de ideas que de esta, si no salgo en el Borjamari, va a ser milagrito del Niño Jesús, claro que no se va a fijar en mí otra vez, lo que es una lástima por aquello del número de visitas que hace que los blogueros nos inflemos como pavos reales. Y me entra un sinvivir, un no se qué y un qué se yo, que me voy a poner malo si no me entra la inspiración.

Ya me honró sacándome en "Bajan" en su día, como "pelota de los cometarios". Así que como dice el gran crítico de bloguelandia,ese árbitro de la elegancia ese maestro del arte de bienbloguear, no me va a quedar otra que seguir peloteando de post en post y de blog en blog. Y es que uno es tan tan mediocre en su vida y en su bitácora, que tal vez le venda una exclusiva, ¿por qué, comprará exclusivas? ¿o no?. Imagino que sí, por algo es el blog amarillo de los blog. El que dicen que dicen, el digo que dice, el corre ve y dile.

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